Salamanca, 14 de febrero 2010
Cuando salí a pedalear en bici el termómetro estaba en los -5 º C en el centro histórico de Salamanca. Después de pasar el puente romano sobre el Tormes pedalee hacia el oeste con el viento en las espaldas y pensaba que, ahora, la temperatura estaba agradable.
El problema empieza cuando corro hacia el norte y el este y un viento moderado y bastante frío se a instalado. Impresionante la vista de los charcos y arroyos congelados.
Yo estaba preparado para el frío, pero aún había momentos en que me sentía algo helado. El problema principal es que los guantes eran de "- 5 ° C" y algo insuficientes para la temperatura exterior, sobretodo con el viento frontal. Me olvide de un par de guantes de seda como una primera capa o, alternativamente, guantes de esquí. El agua en el interior dela botella estaba casi congelada y lo poco que aún estaba liquida era tan fría que yo evitaba beber.
En la final de 50 kilómetros de paisaje del Campo Charro en el entorno de Salamanca algo aburrido, pero permitiendo estirar las piernas. Lo mejor fue el final: rodar en el casco antiguo de Salamanca, cerca de la catedral, de la portada plateresca de la Universidad y la extraordinaria Plaza Mayor - el más impresionante en España.
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